En relación a la decisión ¿Mejorar mi atención a la realidad para pensar mejor? esta es una opinión de Susana Martinez-Conde

No

• Susana Martinez-Conde
• Directora de Neurociencia Visual del Instituto Barrow

Esta es la opinión del experto

“Los seres humanos no vemos el mundo como es, sino como creemos que es, o mejor dicho, como queremos que sea", señala Susana Martínez-Conde en una reciente entrevista publicada en el blog “Cosas del cerebro” de Pilar Quijada,

Según manifiesta esta investigadora en dicha entrevista “nuestro cerebro es capaz de hacernos ver cosas que en realidad no existen.  Es el gran artista del engaño capaz de crear precepciones y sensaciones engañosas que nos alejan de la realidad”

Susana Martínez Conde, Doctora en Medicina y Cirugía y Directora del Laboratorio de Neurociencia Visual del Instituto Barrow (Phoenix, Arizona) es una conocida investigadora que estudia desde hace años los trucos de los magos e ilusionistas para desentrañar las bases neuronales de la consciencia y su ajuste con la realidad objetiva.

Según esta investigadora “nunca podremos saber lo que es la realidad, ya que nuestra experiencia esta mediada por nuestro cerebro.  La percepción se basa en una imagen subjetiva del entorno objetivo y físico creado por el cerebro”

Así, tras realizar años de investigaciones centradas en las respuestas que el cerebro tiene ante el ilusionismo y los juegos de magia, la Dra. Martínez Conde, no duda en afirmar que “hay una relación entre lo que percibimos y el mundo real, pero no es perfecta, hay una disonancia y la inmensa mayoría de lo que experimentamos es ilusorio en cierta medida.”

Es decir, que nuestra relación con lo que nos rodea y las sensaciones que obtenemos, son siempre subjetivas y, por ello, a veces estamos muy cerca de la “realidad”, pero otras muchas nos alejamos de ella aun sin saberlo.

Para la Dra. Martínez Conde, en la mayoría de los casos, y por fortuna, no hay una gran don discrepancia entre nuestra realidad subjetiva y la objetiva, pero dichas discrepancias existen y muchas veces se aprovechan en la vida diaria, “con motivos más o menos perversos en la publicidad, el marketing, la política y, por supuesto, la magia”

Concluye la Dra. Martínez Conde afirmando que “el cerebro nos dirige pero también es el cerebro es el que nos engaña, al cerebro no le interesa procesar el detalle. Sólo lo fundamental para reaccionar rápido en una situación de peligro y garantizar así la supervivencia y la transmisión de los genes a la siguiente generación. Existe la falsa creencia de que el cerebro está optimizado para nuestro entorno y, sin embargo, no es perfecto, ni siquiera óptimo. Simplemente es lo suficientemente bueno y adecuado para permitirnos funcionar y que exista la siguiente generación”.