En relación a la decisión ¿Practicar sexo durante el embarazo? esta es una opinión de Mario Aldo Sebastiani

Sí

• Mario Aldo Sebastiani
• Ginecología

Esta es la opinión del experto

Los cambios en la función sexual que se experimentan durante el embarazo deben tenerse muy en cuenta a la hora de tomar esta decisión. La futura mamá, a lo largo del embarazo, experimentará una serie de cambios biológicos y corporales que afectarán al deseo y al comportamiento sexual.
 
En algunos casos estos cambios permitirán que la mujer experimente una sexualidad más positiva que previamente a estar embarazada, debido, entre otras causas, afirma el autor, a que “se sienten libres del temor al embarazo”. Además, los efectos hormonales debidos al embarazo pueden dotar a la mujer de mayor espontaneidad, así como de relaciones sexuales mejores y más gratificantes. “A través de detallados estudios de parejas cursando el embarazo” afirma Sebastiani “se demostró que las relaciones sexuales durante este período pueden ser satisfactorias para ambos el marido y la mujer”.
 
Durante muchos años la comunidad científica ha trabajado con la hipótesis de que el orgasmo femenino durante el embarazo podría suponer un sufrimiento para el bebé o un riesgo de parto prematuro. Hasta ahora, afirma Sebastiani, ningún estudio científico ha podido demostrar esta hipótesis.
 
Tener relaciones sexuales es una práctica sana a lo largo de la vida de las mujeres, así pues, el autor sugiere, que no debería haber ningún problema en continuar teniendo encuentros sexuales de forma natural durante el embarazo. A pesar de esto, hay que tener en cuenta el estado de salud del feto y de la madre. Si la gestación tiene una evolución normal, no habrá problema en continuar las relaciones sexuales como siempre aunque se deberá adaptar a “las modificaciones físicas y emocionales que se producen en la mujer”.
 
En caso de que el embarazo transcurra con complicaciones habrá que modificar o, incluso, suprimir las relaciones sexuales. Si existe amenaza de aborto o el embarazo está calificado como un embarazo de riesgo, por ejemplo, el coito podría estar contraindicado.
 
La única práctica sexual que, según el autor debería ser suprimida, o realizada muy cuidadosamente, durante el embarazo es el sexo oral a la mujer, ya que el aire insuflado directamente a la vagina puede resultar perjudicial para la mujer embarazada, pudiéndole provocar la muerte por embolia gaseosa.
 
A pesar de los estudios realizados por el autor, este concluye que sigue siendo necesario realizar estudios sobre la función sexual y el embarazo, para poder llegar a más y mejores conclusiones.