En relación a la decisión ¿Creer que dormir la siesta es de vagos? esta es una opinión de Ulrich Schnabel

No

• Ulrich Schnabel
• Físico, periodista y autor

Esta es la opinión del experto

Schnabel escribe en su libro sobre el ocio que todo aquel que tenga problemas de sueño durante la noche no debería dudar en recurrir a la siesta para recargar energía. Por ejemplo, sostiene que Winston Churchill no hubiera aguantado todas las exigencias de la Segunda Guerra Mundial, si no se hubiera echado una siesta a diario. El redactor científico considera un grave error no desterrar el prejuicio de que es algo para “gente blandengue”.

En el ambiente laboral sería algo totalmente impropio echar una cabezada en nuestro puesto con la cabeza apoyada en la mesa. En el centro de muchas grandes ciudades del mundo empiezan a verse cabinas de sueño que se alquilan por minutos para descansar sin necesidad de volver a casa. Sin embargo, Schnabel invita a todo el mundo a romper moldes y buscar a diario unos minutos para descansar, sin miedo a los comentarios de la gente:

“Echar una cabezadita es algo que podemos hacer en cualquier lugar. Si no hay otra cosa a mano, podemos apilar unos cuantos libros sobre el escritorio y reposar sobre ellos la cabeza”, propone.

La solución más discreta es retirarse al propio coche y colocar el asiento en una cómoda posición para el descanso. Schnabel ofrece una original lista con cuatro modalidades de siesta:

1. Power nap (cabezada vigorizante): entre cinco y 20 minutos. Útil para mejorar la atención y la capacidad motora.

2. La cabezada en el sofá de toda la vida: permite recuperar el rendimiento de la mente para las tareas en las que sea imprescindible.

3. La siesta clásica: entre 60 y 90 minutos. Incluye la fase REM que relaja el cuerpo y fomenta la creatividad.

4. “Cabezada del café”: Hay que dormirse antes de que haga efecto la cafeína. Se dice que uno despierta especialmente despejado.