En relación a la decisión ¿Usar mochilas portabebés? esta es una opinión de Heidi E. Murkoff

Sí

• Heidi E. Murkoff
• Escritora. Divulgadora sobre embarazo y recién nacidos

Esta es la opinión del experto

Este tipo de mochilas han facilitado el transporte de los pequeños en todas las culturas desde tiempos prehistóricos y todavía hoy son una opción que muchos padres contemplan para el transporte de sus hijos.
 
Heidi Murkoff afirma que existen al menos tres buenas razones para utilizarlas. En primer lugar, los bebés suelen estar encantados de pasear de esta forma; por un lado les gusta el movimiento regular que perciben y por otro sienten el contacto directo con la persona que les lleva. Otro de los motivos para utilizarlas es que los niños suelen llorar menos cuando se les lleva de un lado a otro, una tarea que la mochila portabebés facilita enormemente, al no ocupar tanto espacio, al no tener que empujar un cochecito y al permitir una mayor libertad de movimientos. El tercer motivo, según Murkoff, está relacionado con el segundo: esta libertad de movimientos permite a los padres atender a sus obligaciones domésticas, como cargar paquetes, llamar por teléfono, pasar el aspirador, etc., mientras llevan al bebé consigo.
 
Los distintos tipos de mochilas portabebés permiten elegir la que más convenga. Por un lado, está la frontal, que consiste en un compartimento frontal sujeto por dos cintas que se sujetan por los hombros y cuyo diseño permite colocar al bebé tanto de cara como de espaldas. También existe el portabebés tradicional, que no es más que una banda de tela que se cruza y se sujeta sobre el hombro, y en la que el bebé puede tumbarse o sentarse. Finalmente, se puede optar por una mochila con marco metálico o de plástico y asiento de tela, en cuyo caso el peso se distribuye entre la espalda y la cintura.
 
Según explica la experta, este tipo de mochilas pueden causar algún inconveniente que hay que tener en cuenta. En primer lugar se suelen sobrecalentar, así que convendrá que el bebé lleve ropa ligera. Por otro lado, hay que pensar que el recién nacido no va tan sujeto como si fuera en cochecito y que, si no se va con cuidado, puede sufrir lesiones en el cuello. Además, hay que estimular al bebé. Los que son transportados en mochilas tienden a dormir más, lo que también es negativo, ya que duermen a menudo pero poco rato y por la noche dormirán menos.