En relación a la decisión ¿Utilizar métodos anticonceptivos? esta es una opinión de Miguel Ángel Fuentes

No

• Miguel Ángel Fuentes
• Sacerdote del Instituto del Verbo encarnado en Argentina

Esta es la opinión del experto

Explica que "muchas veces, cuando se habla en contra de la anticoncepción se mencionan los efectos secundarios que causan muchas píldoras o medios anticonceptivos” como efectos sobre el metabolismo, efectos cardiovasculares, efectos hepáticos, efectos neuropsíquicos, efectos genéticos en los descendientes y efectos sobre la fecundidad.
“Por este motivo, muchas mujeres desconfían de la píldora y recurren a otros medios moralmente tanto o más malos e injustos que aquélla, como la esterilización y el aborto”, destaca.
 
“Sin embargo, el problema es más profundo y sería igualmente inmoral la anticoncepción aunque se consiguiese fabricar una píldora que no produjese ningún efecto nocivo, o la esterilización fuese totalmente reversible”, enfatiza.
 
“Ante todo, la anticoncepción, como su nombre lo indica, implica una oposición a la concepción de una nueva vida. Es una actitud de rechazo”, dice.
 
“Esta práctica tiene su raíz es una mentalidad hedonista, es decir, egoísta, que pone el placer por encima de todo: un hijo, una nueva vida, es un mal. Esta es la actitud contraria a la de Dios que nos ha dado a nosotros la vida”, agrega.
 
“Es por ser una oposición a la vida que tiene estrecha relación con el aborto. A veces se dice que hay que favorecer la anticoncepción para que haya menos abortos. Es falso. Aunque se trate de cosas diversas, una llama a la otra. El que no quiere una nueva vida intenta primero evitar que venga, pero si falla en evitarla, intentará luego destruirla”, puntualiza.
 
Además, “implica una relación cosificada: se rebaja al otro cónyuge porque se lo ve ya sólo como un objeto de placer. Una cosa que da placer, no una persona a la que se entrega con totalidad. Cuando el acto sexual se reduce a la búsqueda del placer, entonces se convierte en la suma de dos egoísmos, pero dos egoísmos no hacen un amor" dice y añade "finalmente, en la anticoncepción los esposos se comportan como dueños y árbitros absolutos de la creación. Ellos se dictan su propia ley, usan su cuerpo, su sexo, el placer, según sus propios criterios, contra la voluntad de Dios expresada en la ley natural y en los mandamientos divinos”.
 
(Extraído de: http://www.teologoresponde.com.ar/respuesta.asp?id=200)