En relación a la decisión ¿Presentar mis amigos a mis padres? esta es una opinión de Victoria Toro

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Esta es la opinión del experto

Para Toro lo importante es que exista diálogo. Cuando los niños comienzan a tener más independencia, se relacionan con más amigos, lo que algunos padres viven como un abandono. La clave: la comunicación.

“No conozco a los amigos de mis hijos”, dicen muchos padres de adolescentes con preocupación evidente. La amistad es una de las claves de la adolescencia. Los chicos y chicas empiezan a buscar relaciones fuera de la familia. La mayoría de ellos las establece con algún grupo de iguales en edad, ideas, gustos, aficiones, etc. Y ayudados por el grupo, los adolescentes se reafirman, encuentran su propia identidad, esa que les conducirá al mundo adulto. Por eso es tan importante fomentar en nuestros hijos la amistad. Algunos padres se sienten abandonados en parte cuando los adolescentes comienzan a pasar mucho tiempo con otros como ellos. Pero los padres deben saber que ese el proceso natural del crecimiento.
 
Es muy habitual escuchar cómo muchos padres achacan todos los comportamientos nuevos de sus hijos a sus amigos. Pero deben saber que no siempre es así. La adolescencia es una época caracterizada por los cambios. Los chicos y las chicas están madurando y adaptando sus caracteres, su personalidad e incluso sus gustos a esta nueva etapa. Aunque es indudable que los amigos influyen mucho en ellos. Pero eso no tiene porqué ser malo. Nuestros hijos, a su vez, influirán en sus amigos.
 
Los amigos son importantes, sobre eso no hay ninguna duda, como tampoco la hay sobre que sus padres siguen estando ahí, siguen siendo una de las referencias fundamentales de sus vidas. La mayoría de los expertos creen que los amigos influyen en los adolescentes en el día a día, en las cosas más cotidianas y los padres lo hacen en aquello que tiene que ver con su futuro.
 
Con la adolescencia llega el momento en el que las chicas y los chicos necesitan sentirse más ellos mismos y eso va unido a la necesidad de cierta independencia. Una independencia que está pareja a un cierto alejamiento físico de los padres. Es decir, que para la mayoría de chicos y chicas se acabó aquello de estar siempre en casa cerca de sus padres. Incluso, muchos de ellos comienzan a rechazar las preguntas de sus padres sobre dónde han estado o con quién. Eso no quiere decir que se produzca un alejamiento psicológico o emocional. Y los padres de los adolescentes tienen que cuidar de que eso no ocurra, de que sus hijos cuenten con ellos siempre que lo necesiten y sigan recibiendo todo el amor que siempre les ha llegado de sus padres.
 
Pero ese alejamiento tiene, en ocasiones, una consecuencia negativa. Algunos padres no conocen a los amigos de sus hijos. Y esa no es una buena noticia. Los adolescentes no son adultos totalmente formados y sus padres deben seguir cuidando de ellos.
 
Para ello es imprescindible conocer bien quién forma ese grupo. Si no es así, los padres de los adolescentes deben buscar la forma de conocerlos, invitarlos a casa, organizar una salida divertida, incluso hablar con los profesores de la escuela. Pero es necesario saber con quiénes se relacionan nuestros hijos. Sólo así podremos protegerlos de posibles errores, solo así podremos evitar relaciones que puedan perjudicar a nuestros adolescentes.

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