Un mini job -trabajo pequeño- es un contrato de baja remuneración a tiempo parcial, máximo 15 horas semanales, con una duración determinada. A pesar de su precariedad, para muchos es la única opción para empezar una experiencia laboral, o para tener unos ingresos al menos de momento.
Muchos sindicatos y agrupaciones de trabajadores consideran negativa esta posibilidad, pero no faltan candidatos para ellos cuando hay convocatorias de las empresas.
Desde la situación de desempleada y en un entorno de gran dificultad para encontrar un puesto de trabajo, una persona puede plantearse aceptar un mini job. Seguramente será una situación transitoria, ya que este trabajo no le ocupará toda la jornada y continuará la búsqueda de un trabajo más consistente, de mayor remuneración y con una jornada más intensa. También puede suceder que, por diversas circunstancias, una persona sólo desee estar ocupada laboralmente una parte de la jornada, en este caso, un mini job puede ser, para ella, una opción más estable. En cualquier caso, contratos de este tipo -en función de la legislación laboral de cada país- pueden ser un camino útil para no estar desempleado.
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Cuanto mayor sea nuestra necesidad económica más difícil será plantearnos aceptar un mini job.
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Realizar una actividad remunerada, que aunque pequeña puede ayudarnos a nuestras necesidades económicas y ejercitar nuestras aptitudes profesionales.
3 opiniones argumentadas
- Carlos García Serrano
- Presidente de la Asociación Española de Economía del Trabajo