Hay expertos que defienden que para conseguir una democracia mejor hay que incrementar la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y también en los asuntos económicos. Mejorar la democracia política y avanzar mucho más en la democracia económica.
El problema de la democracia económica es que no existe todavía una fórmula concreta de cómo llevarla a la práctica. Sin embargo, la idea general consiste en que todas las personas interesadas en decisiones económicas concretas puedan participar en esa toma de decisiones.
Por ejemplo, si en una gran entidad privada ahora las decisiones corresponden a quienes tienen las acciones, en democracia económica deberían compartir la capacidad de decisión con las personas que queden afectadas por esas decisiones, como podría ser la gente con hipotecas en un banco respecto a las decisiones de ese banco.
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El sistema político-económico actual se basa en la idea de la propiedad, y ésta, en el dinero. Se necesita un importante cambio jurídico para poder llevar a cabo una democracia económica.
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La calidad democrática de un sistema (político, social y económico) ganaría enteros con un sistema de democracia económica, probablemente se reduciría la desigualdad social y los ciudadanos participarían más activamente en la vida pública, fomentándose la idea de comunidad.
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Un cambio jurídico es necesario para implantar una democracia económica. Éste no se alcanzará si no hay una demanda ciudadana mayoritaria. De momento no existe, pero empiezan a vislumbrarse cambios en este sentido en temas concretos, como por ejemplo la dación en pago de una vivienda cuando el propietario no puede hacer frente a la hipoteca.
1 opinión argumentada
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Toni Comín i Oliveres - Licenciado en Filosofía y Ciencias Políticas
