Al pensar en una opción como la de cambiar de domicilio para despistar a los acreedores, hay que pensar en las consecuencias y saber donde ir a vivir. Además habrá que evaluar si con esa huida se conseguirá evadir las deudas contraídas o si los acreedores tendrán otras formas de reclamar el pago.
Opiniones argumentadas
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