La decisión de comprar un teléfono móvil con acceso a internet tiene diversas justificaciones: puede resultar una importante herramienta de trabajo, ayuda a estar conectado a las redes sociales, permite tener acceso a Google y a toda la información que contiene de manera permanente.
Las personas, especialmente las nuevas generaciones, no son ajenas al desarrollo tecnológico ni a la explosión evolutiva que ha experimentado la telefonía móvil durante la última década, que hoy permite ver vídeos desde el móvil, acceder al correo electrónico, descargarse aplicaciones, etc.
En los últimos años, las ventas de dispositivos móviles conectados a internet superaron las ventas de PC.
Los actuales teléfonos móviles con acceso a internet permiten una interacción constante bien sea interpersonal o a través de las redes sociales, y abren la posibilidad a nuevas maneras de comunicación, de conexión con el mundo, de información permanente y de promoción sociolaboral.
Además, las tendencias tecnológicas apuntan hacia que las investigaciones del futuro próximo de las grandes empresas de desarrollo tecnológico se enfoquen mayoritariamente hacia la telefonía móvil con acceso a internet.
En todo caso, cabe preguntarse si el acceso es necesariamente ilimitado, y si, a pesar de todo lo que prometen, realmente hay alguna empresa que pueda ofrecer este acceso ilimitado a todos sus clientes. Hay grupos minoritarios que usan un alto porcentaje de la capacidad total que ofrece una compañía descargando películas de alta definición (innecesario para la pequeña pantalla del móvil), las listas de iTunes, etc. Las compañías, por una parte, están tomando medidas para desconectar a estos usuarios “abusivos”, y por otra, están proponiendo políticas de uso justo de su oferta de internet.
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El costo, tanto del propio aparato como del servicio de acceso a internet, suele ser un freno importante. También son frenos el desconocimiento acerca de su funcionamiento y el miedo a perderlo o a que se estropee.
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Estar conectado a internet podría mejorar la calidad de vida de muchas personas, aunque también podría convertirse en otra causa de dependencia. Las posibilidades de comunicación que ofrece y el acceso a la información podrían convertir al teléfono móvil con acceso a internet en una herramienta transformadora.
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Conocer los hábitos personales en cuanto a conectividad y analizar los usos que prevemos hacer. A partir de aquí, es importante conocer la abundante gama de opciones que ofrece el mercado y saber si existe alguno que se ajuste a nuestro presupuesto y necesidades. Tener presente que en ciertos casos puede ser una inversión y no un gasto, pero en otros puede ser un gasto innecesario.
2 opiniones argumentadas
- Salvador Pérez Crespo
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- Samuel A. Assefa
- Biólogo especialista en comunicación para el desarrollo