Todas las naciones prósperas del mundo están organizadas en torno a la propiedad privada y permiten que los mercados desempeñen un papel básico en la distribución de los recursos y en la determinación de las recompensas económicas.
A pesar de que las sociedades industriales de hoy son similares, algunas de sus leyes y sistemas institucionales pueden diferenciarse mucho.
Capitalismo y globalización casi puede decirse que van de la mano. El sistema socioeconómico que impera hoy ha sido capaz de evolucionar a lo largo de los siglos y deberá reinventarse una vez más, para lograr un mayor equilibrio de los mercados y las instituciones que lo sustenten a escala global.
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