Cuando amamos a alguien, cuando damos y sentimos afecto de forma sincera, no nos planteamos si vamos a recibir o no algo a cambio. Tal vez, precisamente el amor se caracterice por esta actitud, la de saber dar y no dejar de hacerlo en toda circuncstancia; sentirse correspondidos es un regalo más.
Opiniones argumentadas
Sé el primero en opinar.