Planificar la jubilación con esmero se ha convertido en algo esencial. Y más todavía en un escenario como el actual en el que la crisis, la elevada tasa de paro y el incremento de la esperanza de vida son factores difíciles de cuadrar en la compleja ecuación de las pensiones.
Los expertos coinciden al considerar que contar con una jubilación “desahogada” debe ser un objetivo prioritario. Sin embargo, no todo vale a la hora de ahorrar con vistas a la jubilación y debemos prepararnos para tomar decisiones sobre “rentabilidad/riesgo”, fiscalidad y muchas otras que nos orientarán sobre la conveniencia o no de ahorrar para nuestra jubilación y cómo hacerlo.
Hoy en día, la sostenibilidad del sistema público de pensiones está en entredicho.
Prácticamente todos los expertos dan por hecho que en el futuro la pensión que da el Estado va a ser muy inferior a la que proporciona actualmente. A día de hoy la tasa de sustitución en España es de las más altas de Europa, con una pensión de entre el 70% y el 85% del último sueldo.
Ante esta situación, contar con un producto de ahorro privado para poder mantener el nivel de vida en la jubilación puede ser cada vez más necesario.
Sin embargo, la crisis económica, la volatilidad de los mercados y la precariedad que atraviesan muchas familias complica el acceso estos productos. A ello hay que añadir el desconocimiento sobre planificación financiera, que dificulta la toma de decisiones de inversión