El Congreso de los Diputados y/o el Senado pueden nombrar comisiones de investigación sobre cualquier asunto de interés público. A veces la ciudadanía puede exigir una ante un caso concreto. Sin embargo, sus conclusiones por ahora no sonvinculantes ante los tribunales. Y muchos se preguntan si tiene sentido el dispendio de tiempo y energías, para lograr algo que con frecuencia no va a pasar de un mero trámite. El esfuerzo para superar la corrupción tal vez pase por otras prioridades, pero lo que parece inadmisible es dejar pasar como si nada los indicios serios de hechos deshonestos.
La vida democrática supone, por su propia naturaleza, que pueda investigarse a las personas que ejercen el poder durante un período. Es sabido que los privilegios pueden provocar abusos, y nadie está exento de pasar por ocasiones para abusar de su situación de poder y control económico. Por eso los Parlamentos pueden promover investigaciones sobre otras instancias del Gobierno. La duda ciudadana, sin embargo, es la eficacia de esas investigaciones, si realmente serán independientes, y si surtirán al final algún efecto sobre la realidad.
7 opiniones argumentadas
- José Luis González Quirós
- Filósofo y analista político
- Santos de Gandarillas Martos
- Magistrado del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo
- belen agosti
- productora audiovisual