Cuando un matrimonio con hijos ve deteriorada su relación, lo normal es que la convivencia empeore, existan discusiones y se produzcan roces entre ambos cónyuges, lo que provoca en los hijos tristeza, nerviosismo y preocupación.
Ante esta perspectiva, mantener una relación de pareja, cuando se están destruyendo las bases que la sostenían y los hijos sufren las consecuencias de ello, no es una buena opción. En ocasiones es peor para los hijos que sus padres sigan unidos.
16 opiniones argumentadas
Sí
- Dora Tobar
- Experta en dinámicas de ayuda a la pareja
El amor de los progenitores es alimento para los hijos. Los hijos merecen ser acogidos en una familia y recibir el amor del matrimonio. A su vez el matrimonio enriquece su amor en relación con los hijos.
Experto
Ignasi Batlle Molina
El bién de los hijos ha de estar arropado por el amor de los esposos MARÍA DEL CIELO GAYTÁN MORENO
El conflicto es parte inevitable de la convivencia humana. Ahora bien, el grado del conflicto, es cuestión de cada persona, y en este caso, de cada...