
La metodología “scrum” sigue un modelo con un mínimo de jerarquía y donde el poder de decisión está en las personas que hacen el trabajo. Las personas son las protagonistas y, confiando en su “empowerment” y “accountability”, adquieren la oportunidad de aprender, crecer en conocimiento y aportar más a su entorno laboral y social.
Esto implica que se introduzcan en la organización valores explícitos de trabajo en equipo y de apertura de mente, lo cual no es siempre bien recibido entre los miembros de la organización.
Opiniones argumentadas
Sé el primero en opinar.