Cuando nuestros hijos llegan a la mayoría de edad puede haber llegado el momento de plantearse que comienzen a buscar algún trabajo remunerado.
Quizá sea el momento de impulsarles a asumir la responsabilidad de colaborar en la economía doméstica y de cubrir sus propios gastos.
En la consideración de que la economía de familia implica a todos sus miembros, cuando los hijos tienen ya edad laboral y pueden realizar algún trabajo remunerado, aunque estén cursando estudios, los padres se plantean la posibilidad de que colaboren con los ingresos familiares.
De la misma manera que el hijo participa de la economía familiar en los gastos, es preciso plantearse si se le pide que participe también en los ingresos, y al menos realice algún trabajo para contribuir a la vida de familia, al menos, asumiendo sus propios gastos.
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A veces los padres tienen tendencia a proteger excesivamente a los hijos y ello puede dificultar pedir que hagan algún trabajo para pagar sus gastos.
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Las consecuencias, en el caso que los hijos hagan algún trabajo para pagar sus gastos, pueden ser de tipo económico y pedagógico.
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