Las diferentes formas de afrontar una crisis en el trabajo incluyen la más positiva que es hacerlo con energía. Transmitir buenas sensaciones a los demás, ayuda a que el equipo se enfrente a la adversidad.
Pero no siempre el estado anímico es adecuado. Cuando las fuerzas flaquean es más prudente no exponerse abiertamente a los otros. Quedar en segundo plano, si no nos sentimos seguros, es mejor que dejar ver nuestra debilidad. Podemos contagiar nuestro desánimo a los demás.
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4 opiniones argumentadas
Sí
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación
Quizás lo más prudente sea posponerla, no somos máquinas. Hay veces que no estamos para atender o dirigir a otras personas. Algunos dicen que es de cobardes no asistir, pero forzar la situación solo serviría para perjudicar a los asistentes. Mejor que la mente esté fresca. VER VÍDEO
Experto
No
- Rafael Mira Prieto-Moreno
- Emprendimiento y conocimiento
Las reuniones, sobretodo las de seguimiento, tienen la suficiente importancia como para que intentemos sobreponernos a nuestro estado de animo y mantengamos su celebración. Debemos evitar, en la medida de lo posible, la imagen negativa que proyectamos cada vez que cancelamos una reunión. VER VIDEO
Experto