
Los momentos más creativos de nuestra vida, aquéllos en los que surgieron las mejores ocurrencias, se suelen tener como instantes de alivio, incluso de enorme alegría. A veces, las nuevas ideas traen consigo la solución a importantes problemas, pero otras parece que la actividad creadora en sí, sirve como recompensa a un esfuerzo importante.
Los momentos de indagación creativa tienen su parte negativa y hay muchas personas que no soportan el rato de ansiedad, agitación e incomodidad que necesariamente les provoca.
Los grandes creadores, ya sean compositores, inventores, pintores o descubridores de cualquier condición se dedican muchas veces -en cuerpo y alma- a cosas sin importarles la fama ni la fortuna. Es como si cierto tipo de actividades tuviesen valor por sí mismas; quizá sea suficiente con hacer lo que te apasiona o aquello para lo que se está especialmente dotado.
3 opiniones argumentadas

-
Leticia Soberón
- Psicóloga

-
Carmen Pombo
- Pintora, Fotografa, Escultora

-
Mihaly Csikszentmihalyi
- Profesor de Psicología y Management