En relación a la decisión ¿Considerar la ópera un espectáculo elitista? esta es una experiencia de de Elena García

No

• Elena García
• Unknown

Esta es mi opinión personal

No creo que la ópera sea elitista en sí, sino que lo elitista es el precio de las entradas, que no suelen estar en muchas ocasiones al alcance de todos los bolsillos. La música es un lenguaje universal que no entiende de fronteras y que puede emocionarnos (o no) por igual, y la ópera también puede ser disfrutada por todo el mundo. Al principio cuesta entenderla, pero cuando llevas mucho tiempo escuchándola te acaba gustando. Mira por ejemplo la famosa escena de la ópera de la película "Pretty Woman", donde Edward Lewis (Richard Gere) lleva por primera vez a Vivian Ward (Julia Roberts) a ver La Traviata de Verdi. Y al final, Vivian Ward se emociona con la música, a pesar de desconocer el género.

Musicalmente, la ópera no es elitista. Lo que es elitista es la organización del espectáculo y el precio de las entradas. Verán, la ópera es un espectáculo carísimo y se manejan presupuestos muy grandes, incluso hasta se recurre a las subvenciones estatales para poder sufragar los gastos de producción. Para poner en escena una ópera se necesitan operadores y tramoyistas que manejen los decorados y el atrezzo, maquilladores, estilistas, peluqueros, una orquesta con su respectivo director musical, un director de escena, un montón de extras, un cuerpo de baile y reservar los roles principales a l@s divos/divas de turno, lo que aumentaría el presupuesto inicial de la obra en el caso de ser superestrellas. No obstante, el presupuesto de los montajes operísticos suele depender también del contenido de la obra, es decir, de la duración de la obra, del nivel de orquestación, del número de roles principales, de la cantidad de miembros del coro (extras), de si la ópera contiene un cuerpo de baile, de la magnificencia de los decorados y de la cantidad de éstos mismos, de los vestuarios que se van a emplear, etc. Porque una ópera de Wagner suele necesitar más presupuesto que, por ejemplo, La Serva Padrona (Pergolesi) o L'Elisir d'Amore (Donizetti), que son obras que requieren menos presupuesto debido a sus características. En otras palabras, es mucho más caro llevar a escena una ópera seria que una ópera buffa. Y eso influye en el precio de las entradas, que en los teatros más prestigiosos (La Scala, el Metropolitan, el Covent Garden o el Teatro Real) están fuera del alcance de los bolsillos más austeros.