Ciertas personas eligen llevar un nivel de vida superior al que se pueden permitir. Optan por pedir prestado y gastar más dinero del que tienen o del que pueden ganar, con la previsión o esperanza de que en el futuro dispondrán del suficiente dinero para afrontar los excesos del presente. Las razones para comportarse de esta manera pueden consistir en mantener el nivel de vida que se tenía antes de estos tiempos de crisis económica, o simplemente, no temer al riesgo de no poder pagar sus deudas.
La personalidad de cada uno influye directamente en como manejamos el dinero. Lo podemos hacer de manera más o menos ahorradora, o incluso gastando más del que nuestro bolsillo nos permite. La coyuntura también influye, puesto que la crisis económica afecta a la mayoría de la población y puede provocar que mantengamos el mismo nivel de gastos que teníamos antes, cuando ahora realmente no nos lo podemos permitir.
Se hace necesario detenerse a pensar la actitud que queremos adoptar con nuestros recursos económicos. Quizás más tarde no seamos capaces de afrontar las deudas.