En relación a la decisión ¿Incorporar a la plantilla de mi empresa personas en riesgo de exclusión social? esta es una opinión de Ana Muñoz de Dios Castro

Sí

• Ana Muñoz de Dios Castro
• Directora de la Fundación Integra

Esta es mi opinión de experto

Nosotros, desde la Fundación Integra, animamos a las empresas a contratar a personas en riesgo de exclusión social, porque son muy buenos trabajadores igual de válidos que el resto de los empleados de la empresa. El 90% de las más de 3600 personas contratadas a través de la Fundación en estos 12 años han obtenido una muy buena valoración por parte de sus jefes directos.
 
En la Fundación Integra trabajamos con colectivos de exclusión social como personas que salen de la cárcel, que han consumido drogas, mujeres víctimas de violencia de género, personas de etnia gitana, jóvenes en riesgo, mujeres prostituidas o traficadas, jóvenes en riesgo... En realidad, cualquier persona con un pasado difícil que se encuentra apartado del mundo laboral.
 
Estas personas han tenido la oportunidad de desarrollar capacidades diferentes en los periodos de exclusión social que les ha tocado vivir a lo largo de su historia personal que son muy valiosas en el mundo laboral. Por mencionar solo dos rasgos a modo de ejemplo, su fuerza de voluntad y espíritu de superación suelen ser aspectos destacables de su personalidad y aportan mucho al mercado laboral, aumentan su rendimiento.
 
Con la experiencia obtenida con más de 3600 personas contratadas por medio de la Fundación Integra, puedo afirmar que estos trabajadores no generan conflictos en su entorno laboral relacionados con la exclusión. Son empleados que se integran con absoluta normalidad con una apuesta por la oportunidad que la empresa les brinda.
 
Creemos que las empresas deben asumir un compromiso con la sociedad -por ser agentes de la misma- ofreciendo a estas personas una oportunidad de reintegrarse en la sociedad a través de un empleo. Es una forma de devolver a la sociedad parte de lo que de ella reciben.
 
Estamos convencidos de que el trabajo es clave en la integración en la sociedad para las personas que han sufrido procesos de exclusión social y las empresas tienen en su mano abrirles una puerta.
 
Una actividad laboral les ayuda a dejar atrás su pasado, entablar nuevas amistades, recuperar la confianza y la autoestima perdida. Aquél que tiene el poder para hacer esto realidad, no puede ignorarlo o mostrar indiferencia.
 
Además, la contratación de personas pertenecientes a determinados colectivos de exclusión social puede llevar aparejadas bonificaciones en seguridad social para la empresa que van desde los 500 a los 1.500 euros para el caso de mujeres víctimas de violencia de género.