En relación a la decisión ¿Apoyar el copago sanitario? esta es una opinión de Marisol Rodríguez
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Marisol Rodríguez
- Académica de Política Económica de la UB
Esta es la opinión del experto
A su juicio, con el copago el peso del gasto sanitario pasa desde el presupuesto público al bolsillo de los pacientes. Este argumento recaudatorio, dice, puede ser importante en países con sistemas fiscales débiles donde otras formas de recaudar fondos para la salud son políticamente inviables.
El acceso a la sanidad es uno de los servicios públicos que más valora la ciudadanía. Por contra parte, los altos gastos asociados a la demanda de dichos servicios, es una de las situaciones que más preocupa a los gobiernos. Para Marisol Rodríguez, miembro del Centro de investigación en Economía del Bienestar de la Universidad de Barcelona, hay muchos países que utilizan el sistema de copagos, como una forma de desalentar una parte de la demanda de servicios sanitarios. Desde un punto de vista económico, la experta indica que la eficacia de los mecanismos de copago dependerá de que la demanda de los servicios sanitarios sea elástica, y dado que los cuidados médicos tienen una elasticidad de demanda baja, la eficiencia de los copagos como herramienta para desincentivar la utilización de los servicios sanitarios será reducida.
La especialista indica que las y los usuarios de servicios sanitarios no pueden dejar de "consumir" estos servicios. Por otra parte, planteará que la demanda por atención será inducida por profesionales de la salud. Las y los usuarios no son clientes típicos, pues son las y los profesionales de la salud quienes deciden la demanda de un determinado servicio. Entendiendo lo anterior, "las medidas de participación de costes dirigidas al usuario son ineficades, sobre todo, si el médico tiene intereses financieros directos que interfieren en la decisión", indica la experta. En esta lógica, para variar la cantidad consumida de prestaciones, se debe actuar sobre el proveedor y no sobre el cliente/usuario.
Finalmente, para Rodríguez está el tema de la equidad, entendiendo por ésta "el mismo tratamiento para la misma necesidad, independiente del nivel de renta", lo que en el caso del copago, es difícil de definir y controla.
No estoy tan seguro que la eficacia del copago como medidad de para desincentivar la utilizacion de los servicios sanitario no pueda ser eficaz. Lo que me preocupa es que no va desmotivar a los que abusan ya que el coste es bajo pero si a los menos motivados, pacientes cronicos que dificilmente van a poder con los costes, familias con varios enfermos, en fin se pueden crear bolsas de pacientes desatendidos y que al final requieren tratamientos hospitalarios que exceden exponencialmente el coste de los farmacos.
La sanidad y la educación deberían ser dos de los servicios públicos a los que todo el mundo debería tener acceso, independientemente de su estatus social, dado que los usuarios no pueden dejar de "consumir" estos servicios, sobre todo los sanitarios. No podemos permitir que en un estado del bienestar en el que vivimos y del que tanto alardeamos haya personas que no puedan ni pagar sus medicamentos básicos, lo que ocurría ya antes del copago sanitario. Podemos empezar con el copago sanitario y teminar -como le ocurrió a una de las víctimas del tiroteo en un cine de Denver, hace unos meses- teniendo que recaudar fondos para pagar los costes sanitarios del hospital donde fue ingresado, porque él no se los podía costear.