En relación a la decisión ¿Preferir el trabajo a dedicar tiempo al ocio? esta es una opinión de Bertrand Russell

Sí

• Bertrand Russell
• Filósofo

Esta es la opinión del experto

En su libro de La conquista de la felicidad (1930), Bertrand Russell se refiere al trabajo entre las causas directas para alcanzar ese objetivo. Después, al desarrollar su postura, Russell matiza así:
 
“Tal vez sea difícil precisar si el trabajo debe catalogarse entre los motivos de felicidad o desgracia. Hay ciertamente muchas clases de trabajo muy desagradable, y el exceso de trabajo siempre es perjudicial.“
 
Según Russell, para la mayoría de las personas, aún el trabajo más desagradable es menos “penoso” que disfrutar de demasiado tiempo de ocio.  Las ventajas de realizar una actividad retribuída van desde la simple liberación del aburrimiento hasta los goces más profundos. Obviamente, esto irá en función del tipo de trabajo y las aptitudes con las que cuente cada individuo.
 
Hasta una actividad desagradable puede hacerse soportable “si contribuye a crearnos una reputación en un círculo amplio o en un uno más limitado”. Tener un propósito definido y constante a lo largo del tiempo es según Russell una de las claves de la felicidad:
 
“La mayor parte de los hombres consigue esto por medio de su trabajo”.
 
Un trabajo ocupa muchas horas del día y durante ese tiempo uno está libre de tener que preocuparse a qué dedicarse, algo que termina por resultar fastidioso:
 
“La mayor parte de la gente, cuando tiene que elegir el empleo de su tiempo, duda en decidirse por algo lo bastante agradable para que valga la pena. Y cuando se deciden, les inquieta pensar que podían haber elegido algo más agradable. “
 
Russell cree que la organización inteligente del tiempo es un logro reciente de la civilización: son pocas las personas que pueden decir que alcanzaron ese nivel. Para casi todo el mundo, simplemente tener que elegir es un incordio.
 
La siguiente gran virtud del trabajo es que permite saborear más intensamente unas vacaciones.
 
Desgraciadamente, los trabajos constructivos solo son un privilegio de una minoría, aunque Russell –durante los años 30 del sigo XX- era de la opinión de que se lograría aumentar mucho su número. Russell consideraba que los que son dueños de sí en el trabajo, creen en la utilidad de su profesión o disponen de una aptitud poco ordinaria son los más felices.
 
Los objetivos a largo plazo parecen ser un elemento básico de nuestra felicidad. En palabras de Russell:
 
“Un propósito constante no basta, pero debiera ser una condición casi indispensable para una vida feliz. Y el propósito constante puede desarrollarse perfectamente en el trabajo.”