En relación a la decisión ¿Comprar un móvil a mi hijo de 10 años? esta es una opinión de Xavier Bringué Sala

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Esta es la opinión del experto

La telefonía móvil es revolucionaria y trae consigo grandes cambios en el nuevo milenio, dice. Su expansión a nivel mundial ha sido extraordinariamente rápida y ha supuesto la transformación de múltiples facetas de la vida humana. Pero también comporta retos y peligros.

Bajo el título El teléfono móvil, la pantalla permitida, los autores aseguran que en Europa uno de cada tres móviles está en manos de menores. En España, por su parte, la mitad de los niños de entre 11 y 14 años dispone de él. Dos de cada tres padres considera conveniente que su hijo tenga teléfono móvil y las propias empresas que fabrican teléfonos móviles se han fijado en este público potencial y han creado productos dirigidos a los menores.
 
Los autores se preguntan si ¿es bueno que los niños tengan un teléfono móvil? La respuesta no es absoluta, como sucede con los temas relacionados con la educación. La bondad o maldad del artilugio depende del uso que se haga de él. Es decir, de cuándo, cuánto y para qué se use.
 
Aunque el móvil fue creado para profesionales que necesitaban esta conexión permanente, el mayor boom de venta se vivió entre los adolescentes. Una vez saturados estos mercados, se lanzaron diseños sencillos y atractivos dirigidos a los más pequeños.
 
En cuanto a los peligros, está el que varias asociaciones de usuarios han denunciado: fomentar el uso del teléfono móvil entre los menores es una grave irresponsabilidad desde el punto de vista sanitario. El uso del teléfono móvil está desaconsejado para los menores de 16 años ya que si la exposición a las ondas electromagnéticas provocara efectos nocivos para la salud, éstos serían mayores en este sector de la población, debido a que sus cráneos son más delgados.
 
Por otra parte, los expertos ya han encendido las luces de alarma y proclaman la existencia de una adicción conductual al teléfono móvil, que afectaría a dos de cada mil usuarios. Otro peligro es el acceso a contenidos nocivos, relacionados con pornografía, drogas y otros temas. También existe la amenaza del bulliying electrónico. En España uno de cada cinco menores con teléfono móvil declara que alguna vez lo ha utilizado para enviar mensajes amenazantes o insultantes a alguno de sus compañeros.
 
Otras problemáticas que podría ocasionar el uso del móvil son posibles perturbaciones del sueño y el bajón que podría producirse en el rendimiento escolar.

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