En relación a la decisión ¿Dar dinero a personas sin techo? esta es una opinión de Benito Baranda
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Benito Baranda
- Psicólogo y ex Director de FUNASUPO
Esta es la opinión del experto
Benito Baranda destaca que es importante que las personas se solidaricen con diversas causas sociales de atención directa a las personas que viven en la calle. A su juicio, sin esta ayuda económica no podrían atenderse las urgencias de la vida en la calle ni tampoco el trabajo a un largo plazo.
Para el especialista es importante que las personas aprendan a compartir lo que disponen y los beneficios que tienen de sus actividades. “¿De qué nos sirve acumular bienes materiales y dinero si no lo compartimos con quienes nos rodean y sufren más?” se pregunta. Agrega que la mayor alegría del ser humano es el donarse a otros, el salir de sí mismo para entregarse a quienes nos necesitan y el hacerlo de una manera gozosa.
El experto ha desarrollado diversas acciones en pos de las personas sin techo y en situación de extrema pobreza. Considera que es importante que las personas que poseen una mejor situación económica puedan contribuir económicamente a entidades que ayuden directamente a las personas que viven en la calle.
El experto coloca como ejemplo las actividades desarrolladas por la fundación Hogar de Cristo en Chile. Según indica, miles de personas y familias que vivían en la calle han pasado por esta entidad “logrando reconstruirse desde la esperanza, la confianza y la alegría”. Esta fundación tiene más de 700 obras en Chile, en las que acoge a más de 61 mil personas. “Gracias a la solidaridad anónima de miles de personas, ellos recuperan “la conciencia de su valer de personas” puntualiza.
De allí que considere importante que las personas realicen un pequeño esfuerzo económico en función de las más necesitadas. El especialista destaca que este tipo de entidades pueden responder con la ayuda económica que reciben, ante emergencias concretas y dar alimento, ropa y acompañamiento. Asimismo, a largo plazo, estas entidades pueden dedicarse a la reconstrucción personal además de su capital social.
“Para eso existimos como fundación, para los permanentes terremotos sociales y económicos que viven todavía miles de familias y personas”, destaca. A su juicio, se requiere la solidaridad económica de las personas en mejor situación porque esto contribuye a que ellas mismas puedan “comprender el dolor de los demás con profundidad y que eso nos movilice para estar dispuestos a servirles y acompañarlos”.
