En relación a la decisión ¿Recurro a la prostitución si mi pareja no quiere sexo? esta es una opinión de David Baringo Ezquerra

No
Imagen de David Baringo Ezquerra
2 votos

Esta es la opinión del experto

El experto enfatiza que tener problemas en la pareja, no lleva inevitablemente a la prostitución. Dos personas con una problemática de pareja similar, una puede contratar los servicios de una prostituta y otra no. A su juicio, esto se debe a rasgos culturales machistas todavía arraigados.

Según el experto recurrir a la prostitución se ha convertido en un fenómeno social, practicado mayoritariamente por hombres jóvenes, reducto de ritos de afianzamiento de la masculinidad, basados principalmente, plantea, “en una sexualidad machista que se creía superada y donde las mujeres no prostitutas son excluidas en cualquiera de sus facetas, manteniéndolas en un estado de ignorancia y ostracismo”.
 
El co-autor del libro “Nadie va de putas. El hombre y la prostitución femenina”, señala que una de las justificaciones que dan los hombres españoles para recurrir a la prostitución es el hecho de no tener sexo con sus propias parejas. Sin embargo, el experto destaca que esta misma situación no sucede a la inversa: cuando son las mujeres quienes no se encuentran satisfechas de sus parejas.
 
Agrega que las motivaciones para acudir a la prostitución  por parte de los hombres que tienen vidas afectivas normales y heteronormativas, son diversas: desde el gregarismo de la pandilla de amigos que valora este supuesto signo de masculinidad, hasta para poder satisfacer aquellas fantasías sexuales que con su pareja no pueden realizar, o bien por la realidad poco sexual de su ámbito conyugal.
 
Las causas según plantea el experto y que se demuestran en varios estudios, pueden ser variadas. Por un lado está el grupo de hombres que no tienen relación con ninguna mujer y que tienen dificultades para relacionarse con ella, “es decir que carecen de habilidades sociales y de seducción… o tienen timidez o baja autoestima”, destaca y agrega que “entonces acuden como función social, como una especie de terapia sexual para determinadas personas que no pueden relacionarse de forma convencional con las mujeres normalizadas”.
 
Otro grupo, enfatiza, las buscan para solucionar determinados problemas que los hombres tienen en sus relaciones con mujeres no prostitutas.
 
“Pero aquí es muy relevante saber que las mujeres en situaciones similares no acuden a la prostitución. O sea el tener problemas en la pareja, no lleva inevitablemente a la prostitución. Dos personas con una problemática de pareja similar, vemos, una puede contratar los servicios de una prostituta, mientras que la otra no”, sentencia.
 
A priori parece un contrasentido el hecho de que muchos hombres continúen buscando sexo de pago en una sociedad donde las relaciones entre hombres y mujeres se han liberalizado tanto, dice. “A pesar de esta cierta abundancia de posibilidad de sexo gratis, el sexo de pago va a más. La demanda no para de crecer. Porque la prostitución continúa todavía estando muy relacionada con la construcción social y cultural de la masculinidad. De la virilidad y de la hombría”, puntualiza.
 
El sociólogo dice que si bien las cosas están cambiando, lamentablemente “el hombre heterosexual continúa siendo socializado de tal forma que se valora positivamente el ser una especie de depredador sexual, donde la hombría es medida y se ve reforzado por el número de mujeres con las que tiene sexo”.
 
Por otro lado, Baringo dice que con frecuencia parte de los clientes hacen un paralelismo del pago a una prostituta con la sociedad de consumo: “tengo una necesidad y pago a una profesional para que la satisfaga”, recalca.
 
De esta manera, “el sexo se ha convertido en un producto de consumo más. Desligado de ataduras físicas y morales como el riesgo de embarazo, la responsabilidad de la paternidad o la presión de la iglesia, nos encontramos en un campo abonado para el desarrollo de la sexualidad en su vertiente más lúdica y consumista”. 

Comentarios
Lunes, 08 de Octubre de 2012 a las 15:05

Estoy completamente de acuerdo con el sociólogo David Baringo, que afirma que tener problemas sexuales con la pareja no tiene por qué desembocar en recurrir a la prostitución. Muchos hombres, tal y como afirma, recurren a la prostitución porque quizás les apetece hacer cosas que a su pareja no le gusta hacer o para satisfacer ciertas fantasías sexuales, o incluso para alardear de ello delante de amigos y colegas, y utilizan el pretexto de que lo hacen porque tiene problemas con su pareja a nivel sexual.
Creo que si se tienen problemas con la pareja, sean del tipo que sean, es importante sentarse y hablar de ellos con calma; seguramente gran parte de estos problemas no se han solucionado por la falta de comunicación entre ambos.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×