En relación a la decisión Mascotas, ¿tener una para evitar la soledad? esta es una opinión de David Servan-Schreiber
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David Servan-Schreiber
- Profesor de Psiquiatría clínica en la U. de Pittsburgh
Esta es la opinión del experto
El experto solía ‘recetar’ a muchos ancianos que habían pasado por una depresión que adquiriesen una mascota, en lugar de prescribir nuevos antidepresivos. Creía había suficientes estudios científicos para afirmar que los animales domésticos, incluso una planta, benefician a la salud.
Servan-Schreiber narra como solía recomendar a los ancianos que regresaban a casa después de haber sido ingresados en el Hospital por depresión, que compraran un perro pequeño, un gato, pájaro, pez… La soledad era el motivo principal por el que aquellos ancianos, frágiles de salud, enfermaran y el médico francés sabía que esta situación no cambiaría con la prescripción de antidepresivos: “Los medicamentos no son reguladores límbicos”, escribe.
Los ancianos con animales domésticos desarrollan una mayor resistencia prisológica frente a las dificultades de la vida y acuden menos a la consulta de su médico.
“…el simple hecho de ocuparse de una planta reducía a la mitad la mortalidad de los pensionistas que vivían en las residencias de ancianos”, dice Servan-Schreiber.
En el caso particular de los perros, Servan-Schreiber cree que ayudan a sus dueños a ser más felices, aumenta su autoestima y hasta les permite ampliar su red de relaciones, porque fomentan la interactuación con los demás. Incluso en gente joven con profesiones muy estresantes, la compañía de un perro es beneficiosa para la hipertensión arterial precoz.
El “cerebro emocional” depende de la calidad de nuestras relaciones afectivas con los hijos, padres, hermanos, amigos y nuestros animales. Lo fundamental es poderse sentir uno mismo, completamente, con alguien más. No tener que estar siempre bajo presión; obligatoriamente “fuerte” y “radiante”.
