En relación a la decisión ¿Dormir con la TV o la radio encendida? esta es una opinión de Eduard Estivill
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Eduard Estivill
- Pediatra. Director de la Clínica del Sueño Estivill
Esta es la opinión del experto
El exceso de luz y el ruido son dos causas externas que afectan a la calidad del descanso. Cualquier pequeño cambio que se produzca en la habitación suele repercutir en el sueño. Hay microdespertares que no llegan a confirmarse, pero nos impiden alcanzar un sueño profundo y reparador.
Los malos hábitos afectan a nuestro descanso y este, indirectamente en el humor del día a día y el rendimiento en el trabajo.
Eduard Estivill cree que las prisas, la precariedad laboral, el estrés, la mala alimentación, los horarios o las nuevas tecnologías son aliados perfectos del insomnio o las alteraciones del sueño.
Según Estivill hay más de un tercio de la población que padece insomnio. Las causas externas que pueden llevar a este mal están relacionadas con el ambiente destinado al descanso: calor, ruido, una mala cama o exceso de luz.
Eduard Estivill ofrece en su libro Que no te quiten el sueño (Editorial Planeta) una serie de pautas para el descanso perfecto:
"La luz, el ruido y la temperatura son tres factores fundamentales para el descanso", dice Estivill. Para que la mente reciba el mensaje de que ha llegado la hora de dormir es recomendable una habitación oscura. Los ataques sonoros que alteran el sueño pueden ser tanto exteriores como interiores (ronquidos, pesadillas,...). Dentro de los ataques sonoros del exterior, Estivill cita la música, televisión o los ruidos de la calle.
Con referencia a la oscuridad, Estivill comenta lo siguiente:
"Sabemos que en el momento en el que desaparece la luz el cerebro empieza a fabricar la sustancia llamada melatonina que el cerebro usa precisamente para informar a nuestro reloj biológico de que tiene que dormir...", dice Estivill en una entrevista.
Cualquier pequeño cambio que se produce en la habitación en la que se duerme puede influir en el sueño:
"Si a nuestro lado está alguien que ronca, que tiene tos o sencillamente se gira, ese movimiento o ese ruido nos afectarán provocando pequeños microdespertares, que a lo mejor no nos despiertan del todo, pero sí hacen que no podamos profundizar correctamente en el sueño. Por esto al día siguiente tendremos la sensación de no haber descansado", contesta Estivill en una entrevista.
