En relación a la decisión ¿Enviar dinero a otros países? esta es una opinión de Pedro Gómez Serrano

Sí

• Pedro Gómez Serrano
• Profesor de economía y Teólogo

Esta es la opinión del experto

El experto destaca que es necesaria la cooperación internacional, tanto institucional como individual, para reducir las desigualdades sociales actuales. A su juicio, a pesar de las enormes dificultades que comporta la propuesta, resulta imprescindible impulsar el control social y político de la actividad económica, a fin de que se oriente al bien común de la humanidad. Según indica el único camino razonable para transformar sensiblemente la situación actual -que, aunque no haya sido causada por nosotros directamente o de una forma consciente, es resultado de las reglas del juego que todos contribuimos a mantener-, es dar un mayor protagonismo a la cooperación internacional. Y, ésta sólo puede ser resultado de una expansión de la cultura de la solidaridad internacional ante una situación de emergencia.
 
Dice que el esfuerzo ha de ser considerable porque, hasta ahora, la práctica de la coperación internacional a nivel oficial ha sido decepcionante. De allí, que las personas y las instituciones se sensibilicen para que se hagan esfuerzos económicos directos hacia los países en desarrollo.
 
"En el escenario económico mundial, existe un desequilibrio radical en el ejercicio de los principios de la competencia y de la cooperación a favor del primero. Mencionemos, a modo de ejemplo, tres hechos que ilustran esta afirmación:n 1961 la UNCTAD acordó que los países más ricos contribuyeran con un 1% de su PNB al desarrollo de los países pobres. Esta cifra fué reducida al conocido 0,7% al inicio de los años 70. Hoy, casi cuatro décadas después, la aportación efectiva no alcanza el 0,3% y tiende al descenso por la "fatiga de los donantes". Agrega que "en 1993, las restricciones que el Norte puso a las expertaciones del Sur en el calzado y el textil supusieron un coste casi equivalente a toda la Ayuda Oficial al Desarrollo; las limitaciones a todas las manufacturas ascendían al doble de la Ayuda y, si se consideraba la agricultura, las pérdidas para el Tercer Mundo sumaban 10 veces lo recibido como Ayuda". Finalmente, destaca que "según la Campaña para la Condonación de la Deuda -Deuda externa, ¿deuda eterna?-, el mundo pobre devuelve al mundo rico en concepto de pagos por la deuda cinco veces más de lo que recibe de éste en concepto de ayuda al desarrollo".
 
De allí, la necesidad de que se tome consciencia que la transformación social a escala planetaria, requiere el esfuerzo y la contribución de todos, no sólo de los estados sino que también de la ciudadanía.