En relación a la decisión ¿Leer 'Pensar rápido, pensar despacio', de Daniel Kahneman? esta es una opinión de Francesc Borrell i Carrió

Sí

• Francesc Borrell i Carrió
• Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

Esta es la opinión del experto

En el blog Humanidades Médicas pueden leerse los siguientes comentarios de Francec Borrell sobre esta obra:
 
“Tanto Kahneman como Tversky apuestan por un ser humano que adolece de una visión ajustada de la realidad, deficiencia que no se debe –y aquí viene a mi manera de ver la principal originalidad de su trabajo- a un sesgo emocional momentáneo, sino a una manera de ver las cosas, a una manera sobre todo de recordar las cosas, que es incapaz de capturar esta realidad.  Para ser más claros, los seres humanos estamos incapacitados de manera estructural para ponderar las experiencias vitales y las decisiones rutinarias de manera estrictamente ajustada a la lógica.
 
Kahneman entiende que el ser humano dispone de dos sistemas de decisión, un sistema rápido, S1, y un sistema lento S2. Merece la pena constatar que en medicina Croskerry y otros han llegado a conclusiones parecidas… El Sistema 2 lo describe Kahneman como perezoso…
 
Ello explica que el ser humano sólo puede procesar datos de manera racional y lógica con un gran esfuerzo atencional. Y no basta con la atención, debemos enseñarle a pensar en términos estadísticos. Kahneman hace una llamada de  atención al respecto: pensar en términos estadísticos es lo que más cuesta, más que pensar en términos simbólicos, emocionales o abstractos. La mente humana está preparada para establecer nexos causales y la mera presencia del azar nos resulta ingrata.
 
Borrell considera que la visión que tiene Kahneman de S1 versus S2 todavía es frágil y se encuentra en un estado inicial.
 
“A estas alturas el lector puede pensar que ya poco puede decirle Kahneman sobre las miserias de la mente humana. Se equivoca. Aún tiene dos consideraciones importantísimas: la primera referida al conjunto de ilusiones y falacias derivadas de la excesiva seguridad en nuestras decisiones. La segunda referida a las trampas de la memoria.
 
La seguridad excesiva (overconfidence) deriva de nuestra apetencia por un mundo ordenado sobre el que deseamos ejercer un férreo control. Queremos estar seguros de nuestras decisiones, tenemos fe en ello en la medida en que también somos optimistas sobre nuestro futuro, y parecería que esta importante actitud nos hace más felices. Por desgracia esta seguridad no afecta a los acontecimientos del mundo, que siguen otro tipo de lógica…
 
Con este modelo de ser humano que decide afectado por sesgos tan severos, Kahneman nos expone su modelo prospectivo de decisión, que en esencia nos dice que las personas tenemos más aversión a perder que impulso de ganar, (salvo que no tengamos nada, claro está), que nuestros actos estarán guiados por un optimismo irracional, (una expectativa de ganancia muy superior a la probabilidad de que dicha ganancia efectivamente se sustancie), y una sobrevaloración de lo que poseemos.”
 
Según Borell, la última sorpresa que Kahneman guarda para el lector es su visión sobre la memoria humana. Ésta es objeto de estudio en la quinta y última parte del libro: Two selves.
 
“Asi es nuestra memoria: recordamos las experiencias “punta”  (peak-end rule) y somos descuidados con la duración total del sufrimiento a favor de un juicio sumario (duration neglect).”
 
El lado positivo de esta negligencia, dice Borrell, es que favorece que seamos capaces de trabajar muchas horas con gran esfuerzo, porque al final llegará la recompensa en forma de salario, posición social, méritos, etc.
 
El comentario de Borrell a esta parte del libro es que “no queda suficientemente claro ni desarrollado si los “two selves” a que da lugar este mecanismo memorístico imperfecto… tienen algo que ver con el S1 y S2. "El lector probablemente se quedará con esta idea y a mi manera de ver es una conclusión precipitada, si no errónea”, concluye.