En relación a la decisión ¿Tener sexo sin amor? esta es una opinión de Francisco José Ramiro García

No

• Francisco José Ramiro García
• Profesor de Bioética y Teología Moral

Esta es mi opinión de experto

El problema que se debe dilucidar es la comprensión del propio cuerpo respecto al yo mismo. Me parece que podríamos hablar de tres formas de comprensión:
 

1. Una distinción neta entre el cuerpo y el yo pensante. A pesar de que frecuentemente se suele rechazar esta visión, sin embargo está muy presente en el fondo del pensamiento que concibe el cuerpo como el instrumento que el yo maneja para obtener sus fines. En este plantamiento se puede concebir el cuerpo propio o del otro como algo utilizable. Bien entendido que sin violencia, y de mutuo acuerdo.
2. Una concepción de la persona como sólo cuerpo, y por tanto con total capacidad de decidir sobre él. Lo que hago no tiene más trascendencia que la repercusión inmediata sobre lo que pretendo en este caso el placer como objetivo y como resultado.
3. Una concepción unitaria del cuerpo como materialización del yo, o como la materialización del ser personal. En ese sentido el uso del cuerpo que hago yo o que hacen los demás no puede dejar de afectar al propio ser personal. Si utilizo mi cuerpo o el de otros siempre es algo que afecta a la persona. Me utilizo o utilizo a otras personas. Esta última perspectiva, es la que me parece más exacta para describir lo que es una persona. En este sentido tanto desde la perspectiva kantiana, como la modificación wojtyliana, es donde se debe rechazar como algo contra la ética la utilización de otras personas, aún en el caso de que haya acuerdo de mutua utilización.

La forma de relacionarse entre personas siempre debería ser promoviendo su fin, y no como su utilización, o con una expresión más profunda, la forma de mirar y relacionarse con los otros siempre debe ser en el marco del amor.