En relación a la decisión ¿Participar en campañas por la igualdad de la mujer? esta es una opinión de Judith Astelarra

Sí

• Judith Astelarra
• Socióloga y experta en temas de género

Esta es la opinión del experto

La socióloga como activista y académica ha desarrollado diversos estudios sobre la desigualdad en temas de género y muchas campañas de sensibilización respecto de la promoción de las mujeres en los diversos espacios sociales. A su juicio, la desigualdad de género tiene importantes aspectos simbólicos y de valoración cultural y política y afecta a la organización de la vida social y se materializa en la vida cotidiana de las personas. De allí, la importancia de que las personas tomen conciencia de cómo se reproduce este sistema de género y sus desigualdades y, por tanto, la necesidad de que se promuevan diversas acciones de promoción y difusión sobre este ámbito.
 
A su juicio, los movimientos de mujeres a través del tiempo han sido parte de las fuerzas sociales y políticas que trajeron la democracia y el cambio social a España (lo que también ha sucedido en otros países). Las reivindicaciones y acciones de difusión de estos grupos en contra de la discriminación de las mujeres, a juicio de la autora, han contribuido a la creación de instancias institucionales y a la implementación de políticas de igualdad y al cambio de mentalidad de las personas de a pie respecto de la relación hombres-mujeres.
 
Según plantea Astelarra, las políticas y acciones de igualdad han tenido un importante impacto en el cambio de la situación social de las mujeres. Además, el diseño de las políticas concretas no solo respondería a principios ideológicos, sino también a la fuerza del contexto político, económico y social de cada época. En este sentido, la autora plantea que todavía quedan muchas áreas donde trabajar para promover esta equidad, por lo que seguir con campañas de promoción de la igualdad de derechos y oportunidades sería más que necesario. Por ejemplo, la autora plantea que la desigualdad de género no fue considerada en su momento como un problema que el Estado de Bienestar tuviera que resolver porque las mujeres no estaban en el mercado de trabajo sino en "sus labores" en la familia. Revisar esta carencia ha sido uno de los aportes más importantes de los movimientos de mujeres, mediatizado por múltiples campañas de toma de conciencia de esta exclusión de las mujeres.
 
Según la autora, los códigos de género permean los patrones culturales de las sociedades, privilegiando lo asociado a lo masculino y devaluando lo femenino, lo que requiere un cambio cultural y una concienciación social respecto de las desigualdades que genera el sistema de género.
 
Sensibilizar sobre cómo actúan los patrones de género es necesario para ver como atraviesa la cultura popular y la interacción cotidiana de las personas. Astelarra plantea que, por ello, es importante que la gente valore las políticas para corregir la desigualdad de las mujeres porque su objetivo es corregir y/o eliminar la discriminación de que son objeto, además de redefinir una nueva relación entre hombres y mujeres. Por tanto, la sensibilización también se dirige hacia los hombres.