En relación a la decisión ¿Disfrutar de los pequeños detalles de la vida? esta es una opinión de Leticia Soberón

Sí

• Leticia Soberón
• Psicóloga

Esta es mi opinión de experto

Todos los libros de autoayuda señalan esa capacidad de disfrutar de lo sencillo como esencial para salir de estados de hundimiento y desánimo: tome conciencia de la maravilla que puede ser una taza de buen café, la caricia de una mano amiga, el agua caliente de la ducha en una mañana fría, la luz que pasa a través de los árboles en un atardecer.
Si aprendemos a saborear esos momentos, con la sencillez de los niños cuando se asombran ante las cosas cotidianas, será mucho más placentera nuestra jornada, en medio de las dificultades. Más si nos damos cuenta de la maravilla que significa el hecho mismo de existir y estar vivos.
 
Creo que es un deber el señalar que éste es sólo el primer escalón de un itinerario de humanización que va más allá de la anécdota y que da sentido a todos esos pequeños detalles. La vida de las personas es algo más que una sucesión de instantes: suele tener un por qué y un para qué.
Esos objetivos o metas que nos impulsan cada mañana (amar a unos hijos, hacer feliz a otra persona, construir un proyecto, desarrollar una habilidad o un arte, mejorar la sociedad....).
Alguien dijo que la meta profunda de todo ser humano consiste en "ser alguien ante alguien, y poder ofrecer algo a alguien". Ese "alguien" puede ser una persona como nosotros, o quizá un "Alguien" trascendente pero muy cercano. Este deseo se expresa en millones de formas distintas según las personas y las culturas. Las grandes metas colocan en su sitio las alegrías y también las frustraciones de cada día.
Pero al mismo tiempo, aunque tuviéramos esos altos objetivos, si faltara la capacidad de gozar de lo pequeño, los días pesarían como losas en el corazón y nos harían muy gris el esfuerzo de llegar a esa cima.
La vida humana está hecha de grandes y pequeñas cosas, en equilibrios a veces no fáciles, pero que bien combinadas pueden darnos esa experiencia de plenitud que llamamos felicidad.