En relación a la decisión ¿Estimular el talento en las escuelas promoviendo nuevos referentes sociales? esta es una opinión de Marc Alba Otero

Sí

• Marc Alba Otero
• Socio Director de la Fundación Everis

Esta es mi opinión de experto

Un país basado en el talento debe tener este último en el centro tanto de su sociedad como de su economía. Para que una sociedad se sustente intensiva y crecientemente en el talento, debe cumplir tres condiciones básicas:

1. Tener como profesiones más admiradas y como referentes sociales a aquellos que son clave para el talento. Éstos a su vez deben ganarse esa admiración

2. Brillar en los valores que son esenciales para los talentos (y, entre ellos, en particular la transparencia, el respeto y la igualdad de oportunidades)

3. Promover y facilitar el desarrollo personal y social de los talentos

Sobre la primera condición, una sociedad del talento debe valorar y premiar como las más importantes y debe admirar colectivamente a aquellas funciones y profesiones más relevantes, por un lado, para el desarrollo del talento (y entre ellas especialmente a la familia y a los profesores) y, por otro lado para el progreso de la sociedad en su conjunto y entre ellas en particular a las siguientes:

a) El mundo del Arte y de la Cultura (Pilares de la evolución cultural y del pensamiento de cualquier sociedad).

b) Los científicos y los innovadores ("alquimistas" capaces de crear invenciones y proyectos).

c) Los políticos y los gestores públicos (administradores y "conductores" elencos de un país).

d) Los sindicatos y las asociaciones empresariales como agentes sociales (encargados de la defensa de los intereses de los grupos que representan y de sus talentos).

En este ámbito los medios de comunicación son clave a la hora de generar patrones y referencias sociales. Debemos reconocer que nuestra sociedad no cumple con la primera condición (tener como profesiones más admiradas y como referentes sociales a aquellos que son clave para el talento. Éstos a su vez deben ganarse esa admiración), no es alto el reconocimiento social y el atractivo profesional de las funciones más relevantes para el desarrollo del talento y es baja la valoración social de aquellas que obran para el progreso de la sociedad en su conjunto.

Sobre la segunda, una sociedad ha de ubicar a la transparencia, al respeto y a la igualdad de oportunidades como tres valores sociales esenciales y como pilares del "ADN" cultural de su población. La transparencia ayuda a tomar decisiones equitativas y conocidas basadas objetivamente en los méritos de cada uno. El respeto hacia las personas es la base para una cultura de cooperación, sin la que nunca se logrará el salto a las redes de talentos. Finalmente, la igualdad de oportunidades garantiza que se elimine cualquier tipo de discriminación en la realización de los talentos y que los reconocimientos esten basados exclusivamente en los méritos de cada uno. Nuestra sociedad tampoco cumple con esta condición, se han multiplicado los casos de corrupción en los poderes y los cargos públicos implicados, siendo estos además de partidos políticos diferentes. En términos de respeto, el segundo valor, nuestra sociedad tiene altas tasas de intimidación verbal o abuso a los profesores. En términos de igualdad de oportunidades ocupamos los furgones de cola de los países desarrollados.

Con respecto a la tercera condición, una sociedad del talento debe poner todos los medios y facilidades para la realización de sus miembros como personas y ciudadanos: "Educar a un niño no es hacerle aperender algo que no sabía, si no hacer de el alguien que no existía" (John Ruskin).