En relación a la decisión ¿Comprar productos de comercio justo? esta es una opinión de Marco Coscione
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Marco Coscione
- Larga experiencia de trabajo y voluntariado en Europa
Esta es mi opinión de experto
Una característica del comercio justo es que permite a los productores del Sur salir de la situación de exclusión o vulnerabilidad económica y social en la que muchas veces se encuentran. Además es un sistema que permite solidarizar el modelo económico actual y las transacciones comerciales.
Las relaciones entre las sociedades civiles europea y latinoamericana se están multiplicando y adquieren día a día una importancia creciente. Para Coscione, el movimiento de comercio justo abandona lentamente su rincón para jugar un papel interesante para el desarrollo endógeno sustentable de las comunidades latinoamericanas. Así, “la esencia del Comercio Justo es trabajar con las y los productores marginados, para ayudarles a salir de una posición de exclusión y vulnerabilidad, y para que logren una posición de mayor seguridad y autosuficiencia económica a través del gradual empoderamiento hacia un papel activo en un comercio internacional más equitativo”.
Al consumir productos de comercio justo, se promueve el apoyo financiero, técnico y organizativo a las y los productores, al mismo tiempo que se permite llevar a cabo campañas de sensibilización para la modificación de las reglas del comercio convencional. De la misma forma, se fomentará “el aseguramiento de los derechos de productoras y productores así como de trabajadoras y trabajadores a través de un salario y condiciones de trabajo dignas, haciendo cumplir la legislación nacional y con los estándares laborales fundamentales establecidos por la OIT”, señala Coscione.
Para finalizar, el experto indica que el comercio justo busca “mejorar las condiciones generales del comercio, mediante el pago de un precio justo en el contexto local, a través de la financiación previa a la producción para evitar que los productores sigan endeudados; promover mejoras a largo plazo en las oportunidades económicas y sociales de los pequeños productores y los asalariados y en las prácticas medioambientales de sus organizaciones a través del fortalecimiento de la participación de los trabajadores en la toma de decisión, promoviendo el desarrollo y la formación de los recursos humanos con especial atención para las mujeres; y alentando buenas prácticas medioambientales y métodos de producción responsables y sostenibles”.
