En relación a la decisión ¿Desarrollar mis capacidades para alcanzar el perfil del voluntario? esta es una opinión de Enrique Falcón

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Esta es la opinión del experto

Es necesario formar a las personas voluntarias para un voluntariado activo y conflictivo si es necesario, señalando que las personas que participan en la acción social y el Tercer Sector deben ser críticas y no meras reproductoras de acciones que pueden servir para mantener el statu quo actual.

El experto señala que las acciones del Tercer Sector deben centrarse en contra de un voluntariado no conflictivo. Las instituciones intermediarias de la sociedad civil, como el voluntariado, a veces pueden favorecer la consolidación política y económica del capitalismo, destaca. Ésta es la tesis desarrollada por uno de los intelectuales orgánicos del llamado pensamiento Postmoderno, Francis Fukuyama, en un libro publicado en Nueva York con el título de Trust: the Social Virtues and the Creation of Prosperity.
 
La sociedad civil crea un capital social en forma de recursos humanos, de ahorro para las administraciones, de servicios de ayuda voluntaria, de redes de organización y relación más o menos espontáneas, de asociacionismo y de iniciativas basadas en la cooperación y en la confianza. Este capital social, comenta Falcón sobre Fukuyama, es útil para la consolidación económica del capitalismo y sus gobiernos, ya que incrementa la productividad y suaviza las fricciones que genera la gran máquina del Capital.
 
“Para desarrollar este capital social, la sociedad civil (es decir, iniciativas libres que ni son estatales ni son mercantiles) articula organizaciones y estructuras intermedias e intermediarias donde parecen caber muchas cosas: grupos vecinales, organizaciones de consumidores, clubes deportivos, asociaciones de rotarios, delegaciones de la Cruz Roja, amigos de las más increibles aficiones, etc. y, además, todo lo que podríamos entender como voluntariado social de marginación”, dice Falcón. Para el autor es importante formar al voluntariado porque influirá en que la acción social no se transforme en la clave reguladora del consumo y de la oferta-demanda del despilfarro (sociedad civil según el libre-mercado); ni tampoco el campo abonado para el voto de los consensos (sociedad civil según el partidismo y el marketing parlamentarios); ni la libre iniciativa del capital privado para contrarrestar la acción estatal (sociedad civil según los neoconservadores); ni siquiera el bastión de la integridad personal y la seguridad privada o familiar (sociedad civil según ciertas versiones actualizadas del victorianismo moral).
 
Por ello, el autor plantea que se debe formar a las personas voluntarias hacia “un perfil de un voluntariado social de marginación, es decir que responda ante las necesidades pero de una manera crítica". “Ya no es posible hablar del voluntariado como una realidad única, sino de los voluntariados, puesto que bajo un supuesto nombre unificador se esconden de hecho diversos modelos radicalmente divergentes entre sí. En algunos casos podrán mantener entre ellos relaciones de mutua indiferencia e, incluso, de complementariedad (y esto es importante), pero igualmente es momento de sospechar que algunos de estos modelos voluntariado son opuestos entre sí”, dice el experto.

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