En relación a la decisión ¿Ser voluntario sin tener que pertenecer a una entidad social? esta es una opinión de Luz Campello García

Imagen de Luz Campello García
0 votos

Esta es la opinión del experto

Hoy en día, el voluntariado está sometido a un proceso de cambio y modernización, pasando de un papel meramente voluntarista y asistencialista a relaciones más participativas, de más calidad, orientadas al desarrollo, donde la decisión personal ha pasado a ser el centro de la acción voluntaria.

Según la autora, actualmente la decisión de las personas de ser voluntarias corre el riesgo de que pueda intentar ser “dirigida” desde la Administración, los medios de comunicación, entidades del Tercer Sector y transformarse en mero instrumento del poder. Por ello es necesario, a su juicio, que el voluntariado se convierta en sujeto -y no simplemente objeto- del proceso de cambio social en el que está inmerso, como una nueva forma de entender la ciudadanía, desde una corresponsabilidad social y no únicamente desde la dejadez de funciones del Estado o del ámbito público.
 
Se trataría así, de una forma de comprometerse y participar activamente en la sociedad, nuestra sociedad, quienes se sientan parte de ella, quienes se reconocen como ciudadanos y no como turistas accidentales o súbditos de un Estado. La acción voluntaria pasaría más allá de las entidades y pasaría a ser una opción personal de activismo de un sujeto. El voluntariado se basa en una decisión tomada libremente sin ningún vínculo obligatorio de interdependencia, que sin embargo, conlleva un compromiso personal en el cuál la persona se obliga voluntariamente o responde a una exigencia autoimpuesta, y por lo tanto no está libre de obligaciones y disciplina.
 
Parafraseando a Lipovetsky, la autora destaca que “en la actualidad la decisión de hacerse voluntario o voluntaria constituye un acto electivo “a la carta”. Este hecho, responde al margen de libertad individual que tenemos, para decidir en el ámbito en el que queremos actuar, de manera acorde con la sociedad de opciones en la que vivimos. Se puede decir, que el voluntariado es la expresión de una cultura individualista, lo que no significa que sea irresponsable ni que sea más individualista que en otros tiempos, solo que hoy se expresa de modo natural la prioridad individual en las elecciones”.
 
Para Lipovetsky, explica la experta, “el individuo contemporáneo no es más egoísta que el de otros tiempos, expresa sin vergüenza la prioridad individualista de sus elecciones (.....), el altruismo erigido en principio permanente de vida es un valor descalificado (....) la nueva era individualista ha logrado la hazaña de atrofiar en las propias conciencias la autoridad del ideal altruista, ha desculpabilizado el egocentrismo y ha legitimado el derecho a vivir para uno mismo”. Por tanto, dice la autora, el individualismo egoísta no es incompatible con la solidaridad, es más, incluso puede verse alimentado a través del voluntariado, donde el protagonista principal sigue siendo el sujeto, la persona voluntaria, no el grupo ni la comunidad.

Información relacionada

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×