Algunas democracias se organizan conformando una Federación de Estados con sus leyes propias, y otras con un solo Estado y un solo Gobierno para todo el territorio. El proceso histórico por el que se llega a una o a otra fórmula depende de cada país, pero algunos pueden plantearse un cambio ahora. Los modos para realizar esta transformación deberían lograr mantener los equilibrios de intereses y representación política.
A lo largo de la historia los pueblos se han organizado internamente siguiendo modelos políticos muy distintos.
En Occidente se ha ido evolucionando desde formas más autoritarias -monarquías absolutas o imperios- hacia formas más democráticas, con distintas modalidades. En Europa existen Estados Nación unitarios (Francia), Estados Federales (Alemania), Estados Confederales (Suiza), y Estados Autonómicos (España).
No siempre los cambios de modelo se han alcanzado pacíficamente. A veces han supuesto conflictos y hasta violencia. La distribución de competencias en un territorio forma parte esencial de estas formas de organización. El centralismo es un riesgo en los Estados Unitarios; la duplicación de competencias y la excesiva burocracia, lo es de los Autonómicos. La duda es si un Estado Federal puede ser la solución para ambos.
8 opiniones argumentadas
- Juan José Solozábal Echevarría
- Catedrático de Derecho Constitucional
- José Luis González Quirós
- Filósofo y analista político
- yolanda alba
- Cuenta algo de ti que contextualice tu opinión