Ante conflictos armados, internos o entre países, las organizaciones internacionales han solido enviar a sus Fuerzas Armadas para mantener un clima de paz e intentar mediar en la población para impedir la violencia.
A veces esta presencia se vuelve una intervención sutil en los países en conflicto. Algunos expertos destacan que esta acción es necesaria para mantener la paz, pero otros destacan que puede tener efectos nocivos como el intervencionismo que inclina la balanza a favor de una de las facciones enfrentadas.
Ante diversas situaciones de conflicto en otros países, tanto organismos internacionales como también algunos países industrializados promueven el envío de fuerzas de paz para que puedan mediar y asegurar salidas no conflictivas a situaciones problemáticas de algunas naciones. Algunos expertos destacan que estas fuerzas de paz de los ejércitos son necesarias precisamente cuando se vive un clima de inestabilidad política y social, económica o incluso ante conflictos raciales.
Se destaca que la seguridad interna y evitar la guerra es una necesidad que a veces necesita el apoyo externo. No obstante, otros expertos enfatizan que no siempre estas medidas de apoyo como es el envío de fuerzas militares para asegurar los procesos de transición, son eficaces para poder transitar a la resolución de los problemas, o incluso, se puntualiza que a veces resultan contraproducentes para la sociedad civil del contexto intervenido. Asimismo, algunos señalan que vulnera la libre determinación de los pueblos y la soberanía interna de los países.
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Desconocer el rol que cumplen las fuerzas de paz en los países en conflicto puede ser un factor inhibidor para apoyar estas medidas. Considerar que el envío de militares es contraproducente para otros países y además verla como una intervención externa no legítima.
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Que algunos países no logren encontrar soluciones pacíficas a sus problemáticas, que aumente el nivel de problema entre grupos sociales y que se vulneren derechos humanos de la sociedad civil sin un control externo. Apoyar este envío de fuerzas militares puede generar una explotación de los países en vías de desarrollo que solicitan la ayuda, tanto económica como de recursos humanos.
2 opiniones argumentadas
- Alejandro Pozo Marín
- Doctorado Europeo en Paz y Conflictos
- Gustau Nerín
- Antropólogo y profesor universitario