
El embarazo va por buen camino y empezamos a prepararlo todo para la llegada del recién nacido: pintamos la habitación, la decoramos, compramos ropita, una cuna... Pero ¿es realmente necesario equipar por completo al bebé antes de que llegue? Saber dónde poner el freno es difícil. La ilusión por la llegada del bebé puede llevarnos a comprar más cosas de la cuenta con el consiguiente derroche de dinero que eso conlleva. Ante el nacimiento del nuevo miembro de la familia debemos plantearnos si queremos comprar todo lo posible en un primer momento, o si podemos ir comprando a medida que el niño vaya desarrollándose.
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La propia ilusión por la llegada del recién nacido puede ser un freno a la hora de tomar esta decisión de forma consciente.