En las tradiciones espirituales, el Cielo es el lugar o estado de vida de los dioses, ángeles y de los seres humanos después de la muerte. Sería el estado de felicidad, paz, totalidad y plenitud que seguiría a la vida si las personas han vivido según las normas de su credo.
Creer en el Cielo supone además que uno se prepara para ese paso, y considera la vida como un estado transitorio que termina con la muerte y tiene continuidad en el más allá. Diversas religiones profesan esta creencia, aunque de distintos modos.
Por oposición al infierno, el Cielo es el destino de las almas humanas que se comportaron de forma agradable a dios o a los dioses mientras estuvieron en la tierra. Más allá de creer que existe una vida más allá, esta decisión examina la existencia o no de "lugares" o estados de vida como el Cielo.
-
El conjunto de creencias sobre las distintas modalidades de la vida después de la muerte suele ser transmitido en contextos culturales religiosos. Dichos contextos no suelen permitir mucho margen para cuestionar el repertorio de las creencias sobre la vida futura. Esta realidad puede constituir un freno para esta decisión.
-
Esta decisión tendrá efectos prácticos sobre la vida cotidiana: creer o no en diferentes realidades después de la muerte, dependiendo de nuestro comportamiento en la tierra, puede hacer que actuemos de forma distinta en el día a día.
3 opiniones argumentadas
- manuel gómez de parada martín-gonzález
- jubilado
- Kehl Medard
- Profesor de Teología dogmática
- Tomás Muro Ugalde
- Teólogo