
Acostumbramos a escuchar que una pequeña siesta después de comer puede ser beneficiosa para aguantar el ritmo de nuestro día a día. Esto incluiría un sueño reparador, por corto que sea, en el trabajo. De hecho, existen empresas que creen que esto aumenta el rendimiento.
Son organizaciones en las que consideran importante tener a sus trabajadores y empleados satisfechos y descansados, por lo que cuentan con áreas de asueto donde estos pueden dormir o desconectar de la rutina o el estrés diario.