Existen múltiples formas de desarrollar actos solidarios, pero una de las más conocidas es la donación de dinero para campañas internacionales o para causas por algún tema que ha causado impacto en la opinión pública. Algunos expertos apoyan la idea de enviar dinero directo a personas concretas.
Algunos expertos destacan que este tipo de acciones no enfrentan el problema de fondo que generan los problemas sociales de otros países, que tienen características más bien estructurales y requieren otro tipo de actuaciones que no sea sólo la inyección de dinero, de manera asistencialista.
Actualmente una de las formas más comunes para motivar la solidaridad de las personas frente a diversos eventos a nivel mundial (catástrofes naturales, problemas sociales, conflictos, entre otros), es llamarlas para que cedan dinero a entidades que realizan acciones frente a estas problemáticas. De esta manera, podemos ver diversas campañas solidarias por los medios de comunicación o captación de dinero en la calle que intentan sensibilizar a la ciudadanía frente a algunos problemas.
Otros expertos puntualizan que este dinero que proviene de la ciudadanía es necesario para poder sostener, a largo plazo, a las entidades no gubernamentales que desarrollan estas campañas en beneficio de otros países, porque actualmente el aporte de los estados a través de la cooperación internacional ha disminuido considerablemente.
Otras personas destacan que la solidaridad no puede ser un valor que se sostenga en el espectáculo que a veces acompaña las campañas de solidaridad actuales o las mediáticas. Muchas veces este tipo de acciones sociales sólo tranquilizan a las personas que aportan dinero, sin medir efectivamente si esta aportación es un beneficio efectivo para las comunidades a las que se contribuye.
-
No saber cómo se gestiona el dinero recaudado puede inhibir la participación en estas campañas de solidaridad. Por otro lado, también desconocer las entidades que promueven estas acciones puede afectar la participación. Asimismo, el no disponer de una cantidad de dinero de excedente puede considerarse como un factor inhibidor para esta acción solidaria.
-
La participación en este tipo de acciones de solidaridad puede contribuir a que efectivamente puedan financiarse programas necesarios para las comunidades a las que se busca beneficiar (por ejemplo, campañas de salud en alguna zona específica). El dinero cedido de esta manera puede beneficiar a personas concretas que se beneficien de las acciones que se promuevan por las entidades convocantes.
Asimismo participar puede contribuir a que los estados no se responsabilicen frente a ciertos problemas sociales y quede en manos del Tercer Sector las acciones de justicia social. Por otra parte, el no dar dinero puede hacer que algunos programas sociales no puedan continuar en el tiempo, o bien, que algunas ONG no puedan seguir funcionando por falta de recursos.
2 opiniones argumentadas
- Gustau Nerín
- Antropólogo y profesor universitario
- Luis Aranguren
- Filósofo y ensayista