
La dislexia es una inhabilidad que se caracteriza por la dificultad para reconocer las letras escritas, y por ello las palabras, con lo cual la lectura es insegura y de difícil comprensión.
Para algunos expertos la dislexia no es una deficiencia sensorial o de la inteligencia, sino un rasgo de la persona que debe afrontarse con actitud constructiva, concentrándose en mejorar las habilidades y suplir las carencias.
La mayoría de psicólogos y expertos en aprendizaje coinciden en afirmar que la realidad del disléxico no es comparable con la de cualquier otro grupo humano.
Desgraciadamente, y todavía a día de hoy, los científicos reconocen que hay mucho por descubrir sobre las personas con dislexia. Saben que al recibir unos estímulos, reaccionarán de cierta manera; pero no se sabe el por qué, ya que se desconocen todos sus procesos internos. En general, podemos decir que sabemos mucho sobre la dislexia; pero nada sobre el disléxico.
Los disléxicos son personas muy sensibles, vulnerables (sobre todo de pequeños), muy curiosas, con grandes facultades deportivas y artísticas (aunque habitualmente reprimidas, ignoradas o desatendidas), muy creativas y con una importante dominancia del sentido visual frente al auditivo.
A la hora de asumir y convivir con la dislexia, hay un numeroso grupo de expertos que recomiendan una actitud positiva y constructiva, centrándose en mejorar las habilidades y suplir las carencias del disléxico con total naturalidad y plena integración.
Otros especialistas, por el contrario, recomiendan aplicar desde el primer momento tratamientos correctivos que corrijan y reduzcan las consecuencias negativas que la dislexia puede tener para el que la padece, aunque ello pueda tener efectos discriminatorios, sobre todo en niños y jovenes.
6 opiniones argumentadas

- Jesús de la Fuente Santamarina
- Soy disléxico

- gloriana hernanz
- madre y esposa de dos maravillosos dislexicos,luchadores magnificos!

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María Guillén Grech
- Master en Psicología Clínica y Salud