La doble nacionalidad permite a un ciudadano serlo, a la vez, de dos Estados diferentes. Para que la situación pueda producirse, ambos países tienen que permitirlo. Sin embargo, algunos obligan a sus ciudadanos a renunciar a la nacionalidad de su país de origen si quieren tener otra.
A favor: tener más de una nacionalidad facilita enormemene la vida del ciudadano que viaja o tiene familia en otro lugar.
En contra: para ambos Estados supone establecer acuerdos bilaterales que suponen una serie de garantías compartidas.
Las ventajas de esta situación dependen de la legislación vigente de cada país. Permitir que un ciudadano tenga doble nacionalidad le proporciona los beneficios propios de cada Estado, pero también sus obligaciones. Algunos Estados consideran que no se puede ser leal a su país si se es ciudadano de otro.
1 opinión argumentada
- Yoani Sánchez
- Bloguera de 'Generación Y'