Resolver un problema perverso -complejo y de difícil o nula resolución- requiere un análisis previo y aun así, es arriesgado intervenir. Son conflictos que se agravan facilmente pero sobre los que puede ser necesario intervenir si somos líderes, -con responsabilidad-, expertos -con capacidades adecuadas- o víctimas.
Si una persona se involucra, debe de hacerlo hasta el fondo, sin improvisar y colaborativamente. En ocasiones es mejor quedarse fuera, siempre y cuando las consecuencias de hacerlo se puedan asumir.
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4 opiniones argumentadas
No
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Alessia Putin - Consejo de Administración del grupo industrial familiar
A la hora de afrontar un problema perverso creo en el dictado de la escuela diplomática: no conviene incidir en la existencia y resolución del problema, es más práctico postergarlo hasta que se resuelva por si solo. Es mejor retirar la energia para que los nudos se deslazen por sí solos. VER VIDEO
Experto
Sí
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Leticia Soberón
- Psicóloga
Podemos intentar resolver un problema complejo, pero solo si somos los responsables de su resolución y nunca por nosotros mismos, ya que su complejidad hace imposible resolverlos en solitario. Es precisamente por esa complejidad por la que debemos ser prudentes ante este tipo de problemas. VER VIDEO
Experto
