Las cosas, las personas, los estados emocionales y casi todo lo humano, es pasajero. Es difícil que nuestros sentimientos e iniciativas perduren para siempre. Esta decisión se pregunta cómo plantearnos la temporalidad de lo que hacemos y vivimos. Cuando se termina una relación o una iniciativa que hemos tomado, nos puede producir un efecto positivo o negativo dependiendo de cómo respondamos a este interrogante. Y ello podrá afectar de un modo u otro nuestro estado psicológico.
Si pensamos de esta manera, cuando tenemos algo positivo que no queremos que se termine, en el momento en que finalice lo podremos encajar mejor porque pensamos que es algo natural que suceda y en sentido contrario cuando tenemos algo negativo, nos ayudará a ser positivos y a pensar que todo finaliza en algún momento. Quien supone que sus iniciativas son para siempre, probablemente sufrirá más cuando se tope con el final.
2 opiniones argumentadas
- Carolina Moreno Torres
- Alguien que quiere vivir con sobriedad
- Yoani Sánchez
- Generación Y