Reír en un ambiente laboral, cuando la ocasión lo permite, puede ser beneficioso. Las personas pasamos miles de horas en el trabajo y en ocasiones vivimos momentos de tensión que pueden verse distendidos con la risa.
Pero hay que marcar unos límites. No se trata de reírse de los demás o de perder el control a carcajadas, quizás sólo es cuestión de tomarse las cosas con sentido del humor, en la medida de lo posible, para hacer más llevadera la jornada laboral.
¿Reírme en el trabajo siempre que pueda?
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