En tiempo de dificultad económica algunas personas se plantean si es posible y/o conveniente tener más de un empleo para sacar adelante la propia familia. En esta decisión hay implicaciones personales y legales que vale la pena considerar.
Hoy en día, tener más de un trabajo es cada vez más habitual, ya que las condiciones del mercado laboral así lo determinan a partir de factores como la flexibilidad laboral, las políticas de conciliación familiar, las jubilaciones parciales, la precariedad de los contratos y la crisis económica global, entre otros.
A priori no existe una premisa generalizable a todos los casos para contestar esta pregunta, con lo cual, para hacerlo se recomienda analizar fríamente los costes y beneficios que el pluriempleo puede suponer a nivel personal y familiar. En la misma línea, se recomienda valorar las diferentes alternativas para responder a las necesidades económicas propias o del grupo familiar a través de otras vías.
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Un mercado laboral con altos índices de desocupación y destrucción masiva de puestos de trabajo. Miedo a no encontrar trabajo. Baja cualificación profesional.
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Tener más de un empleo puede ayudar a resolver los problemas económicos de la familia, aunque a costa de un sobre esfuerzo de algunos de sus miembros. No tener más de un empleo puede implicar disponer de ingresos limitados con los que –tal vez- no se consigue cubrir las necesidades de la familia.
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Valorar las posibilidades reales de conseguir o no un segundo empleo. Reflexionar sobre el coste personal y familiar de tener un segundo trabajo. Pedir la opinión a conocidos o amigos sobre la experiencia de tener dos trabajos.